La maniobra de Valsalva es una técnica utilizada tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de diversas condiciones médicas. Consiste en exhalar con la nariz y la boca cerradas, generando presión en el pecho y la cavidad abdominal.
. Instrucciones para realizar la maniobra de Valsalva
. En el paciente que respira espontáneamente
Es importante explicar al paciente qué es la maniobra de Valsalva y por qué se le está pidiendo que la realice. No siempre es posible realizarla en el paciente crítico. El paciente debe estar en una posición cómoda, preferiblemente sentado o acostado. Pedir al paciente que inhale profundamente y llene sus pulmones de aire.
Luego, el paciente debe ocluir sus vías respiratorias, debe taparse la nariz con los dedos índice y pulgar, manteniendo la boca cerrada firmemente. Indicar al paciente que intente exhalar con fuerza manteniendo la boca y la nariz cerradas. Sentirá una presión en el pecho y el abdomen. Mantener esta presión durante aproximadamente 10-15 segundos, si es posible y tolerable para el paciente. Pedir al paciente que relaje la presión y respire normalmente después de completar la maniobra.
. En el paciente bajo ventilación mecánica
La maniobra de Valsalva en un paciente en ventilación mecánica se utiliza para evaluar la función cardiovascular y la capacidad de respuesta del sistema cardiovascular a los cambios en la presión intratorácica.
El paciente debe recibir adecuada analgesia, sedación y eventualmente relajación muscular, ya que esto evitará la respiración espontánea del paciente que puedan interferir con la maniobra.
Debe monitorearse estrechamente los signos vitales del paciente, incluyendo la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno y la presión en la vía aérea.
El objetivo es Incrementar la presión de la vía aérea para imitar la inspiración profunda del paciente con respiración espontánea. Se puede hacer ajustando el PEEP o utilizando una función específica del ventilador que permita generar una presión positiva sostenida.
Seleccionamos una presión inspiratoria adecuada (generalmente entre 30-40 cmH2O, pero esto puede variar dependiendo del paciente y la indicación específica).
Mantenemos esta presión durante 10-15 segundos. Durante este tiempo, observamos los cambios en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y otros parámetros hemodinámicos.
Después del tiempo establecido, reducimos la presión de la vía aérea de manera gradual y retornamos a los parámetros basales del ventilador.
Durante y después de la maniobra, debemos cuantificar los cambios en los signos vitales del paciente. La respuesta hemodinámica puede proporcionar información valiosa sobre la función cardíaca y la capacidad del sistema cardiovascular para manejar cambios en la presión intratorácica.
Debemos constatar si hay una caída de la presión arterial (lo cual es esperado), seguida por un retorno y un posible aumento transitorio una vez que la presión intratorácica vuelva a la normalidad.
Analiza los datos en el contexto clínico del paciente para determinar cualquier intervención necesaria o ajuste en el tratamiento como la administración de una carga de fluidos
Utilidades de la Maniobra de Valsalva
. Diagnóstico de arritmias cardíacas: puede ayudar a identificar y a veces interrumpir ciertos tipos de arritmias supraventriculares.
. Evaluación de la función cardíaca: valora la respuesta del sistema cardiovascular, observando cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Nos indica si un paciente es un potencial respondedor a una carga de fluidos.
. Evaluación del sistema nervioso autónomo: podemos observar la respuesta del sistema nervioso autónomo a la variación de la presión intratorácica y abdominal.